jueves, 26 de abril de 2018

XVII EDICIÓN DIA DEL DEPORTE

Por lo general a  los humanos nos gusta tener cada día algo que celebrar: el día del libro, el día del trabajo, el día del niño, el día de la madre, el del padre, el del abuelo… llegando así a completar, como si de un álbum de cromos se tratara,  todo el calendario de fechas marcadas con celebraciones. Quizás por ello o por no querer ser menos que nadie o porque realmente nos apetece,  el IES Juan de Lucena  celebra el 23 de abril,  el día del deporte conjuntamente con el día del libro.






Son tantos los méritos del deporte que  merece tener por méritos propios  un día de celebración al año. Y se lo merece porque está muy presente en nuestras vidas, nos distrae y nos divierte; porque nos hace reír y llorar; porque nos ilusiona y nos despierta pasiones; porque nos integra y nos enseña a respetar y valorar  al adversario y nos hace bajar de la nube cuando se nos suben los humos; porque nos aporta salud, aunque a veces pueda ponerla en peligro, porque nos ayuda a crecer y nos rejuvenece y por tantas y tantas cosas más.


Desde un ámbito educativo, el deporte puede presumir de  ser la mejor escuela de valores y de contribuir de un modo importante a la educación de nuestros jóvenes y de la sociedad en general gracias al impulso de  valores positivos como la colaboración, el esfuerzo, la solidaridad, el afán de superación o el respeto al contrario y  a las normas y reglas del juego, sin duda valores de oro para la mejora del mundo en que vivimos.


Grande es pues la deuda que la sociedad en general tiene contraída  con el deporte,  no hay más que imaginar como sería un mundo sin deporte y lo que ello supondría de cambio en nuestras vidas. Por de pronto, tendríamos que modificar nuestros hábitos, reestructurar nuestras aficiones, ocupar nuestro tiempo libre con otras ocupaciones, replantear nuestros fines de semana, olvidarnos de ciertos amigos, buscarnos nuevos fans, y cambiar algunas de nuestras señas de identidad, modificar nuestra estética en el vestir (ya no se verían esas entrañables imágenes de hombres y mujeres en chandal inmaculado practicando  deportes de masas tales como el sillón-ball, la barra fija o el lanzamiento de vidrio, ni a jóvenes uniformados con los colores de su equipo). Habría que suprimir vocablos del diccionario y borrar de la listas de éxitos canciones tan celebradas como el oe oe oe oe oe oe o el a por ellos oe, a por ellos oe, cuyos renombrados compositores ocupan hoy un puesto en el olimpo de la música. Sin olvidar tampoco el impacto brutal  que para la economía mundial supondría la eliminación de una cantidad  enorme de puestos de trabajo, sobre todo de aquellos más especializados como los que trabajan en la reventa de entradas,  los representantes de jugadores o los comisionistas. Solo de pensarlo, nos causa auténtico pavor y se convertiría en una pesadilla de la que es mejor despertar pronto.



El día del deporte, que este año ha celebrado su 17 edición, se ha consolidado ya como una autentica  “FIESTA del deporte”, inigualable,  por la variedad de actividades deportivas que en ella se celebran y  por la elevada participación de alumnos en su actividades.

Toda la jornada escolar estuvo plagada toda la mañana de competiciones y exhibiciones deportivas dirigidas a alumnos de 1º a 4º de la ESO. El  programa de actividades incluía diferentes modalidades deportivas; atletismo, fútbol-sal, voleybol, tenis de mesa, futbolín  y ajedrez. Y en cuanto a exhibiciones, hubo bailes de zumba y gimnasia rítmica, finalizando con una exhibición acrobática de parkour.



La guinda del pastel de la jornada la pusieron un grupo de alumnos y alumnas de 1º de bachillerato que dirigieron a todos los presentes unos bailes de body combatl que nos metieron el ritmo en el cuerpo y nos contagiaron su alegría y entusiasmo.

En resumen, la jornada vivida el 23 de Abril fue una gran jornada festiva,  de encuentro  entre todos los miembros de nuestra comunidad educativa culminada para el deleite de todos los asistentes con una degustación gastronómica de migas.